21 de febrero de 2012

Historia de Japón: El periodo Edo

El período Edo (Edo jidai), también conocido como periodo Tokugawa (Tokugawa -jidai) es una división de la historia de Japón, que se extiende desde 24 de marzo de 1603 hasta 3 de mayo de 1868.
El periodo delimita el gobierno del shogunato Tokugawa o Edo, que además fue establecido oficialmente en 1603 por el primer shōgun (comandante del ejercito) Tokugawa, Tokugawa Ieyasu. El periodo Edo finalizó en 1868 con la restauración del gobierno imperial por parte del 15º y último shōgun Yoshinobu Tokugawa. El fin del periodo Edo también se caracteriza por el comienzo del período imperial.

Tokugawa Ieyasu
Tokugawa Ieyasu era un daimyō (soberano feudal más poderoso) sumamente poderoso de la rica región de Kantō, se estableció en Edo (hoy Tokio). Después de la muerte de Hideyoshi, rápidamente buscó mantener el control sobre la familia Toyotomi.

La victoria del ejército de Ieyasu sobre los daimyō del oeste en la Batalla de Sekigahara en el año1600 le dieron el dominio casi total sobre todo Japón. Después de establecer un sistema de dominio mediante la desaparición de sus enemigos y un estricto control sobre otros daimyo, Ieyasu instaló a su hijo Tokugawa Hidetada bajo el título de shōgun y se nombró a sí mismo como shōgun retirado en 1605. Los Toyotomi aún eran una amenaza para su causa por lo que dedicó toda una década para erradicarlos. En 1615 la fortificación de los Toyotomi en Osaka fue destruida por el ejército de Tokugawa.

Batalla de Sekigahara
El periodo Edo trajo a Japón 250 años de estabilidad. El sistema político evolucionó a lo que los especialistas llaman bakuhan, el cual era la combinación de los términos bakufu (gobierno) y han (feudal), para describir el gobierno característico del periodo. En el bakuhan el shōgun gozaba de la autoridad nacional mientras que los daimyo la autoridad regional.
La jerarquía feudal se completó con las distintas clases de daimyo. Los más cercanos a los Tokugawa eran los shinpan (gobernador del feudo). Existían en esta época 23 daimyo en las fronteras de las tierras pertenecientes a los Tokugawa, lo cuales estaban directamente relacionados con Ieyasu. La segunda posición en la jerarquía la constituían los fudai (altos cargos administrativos).
Se establecieron una serie de códigos legales para regular las propiedades de los daimyo. Este código contemplaba además normas de conducta, matrimonios, vestimenta, tipo de armas, número de tropas que los daimyo podían poseer, se requería además que los señores feudales debían de residir en Edo por un año, prohibía la construcción de barcos transatlánticos, se prohibió el cristianismo, se restringió la posesión de castillos a uno por dominio. Aunque de facto los daimyo no pagaban impuestos, se le imponía regularmente una serie de contribuciones del tipo militar o logístico, además de contribuciones para proyectos públicos como la construcción de castilloscaminospuentes y palacios. Las aportaciones que recibían no sólo fortalecían a los Tokugawa, sino que debilitaban a los daimyo económicamente y por lo tanto disminuían la amenaza de un levantamiento en contra de la administración central. Los feudos que anteriormente habían sido dominios militares, se convirtieron en unidades de administración local.
El final de este periodo es llamado bakumatsu. Las causas del final de este periodo son objeto de una gran controversia pero se puede ver el factor común de la apertura obligatoria de Japón hacia el resto del mundo.
La intrusión de los extranjeros ayudaron a precipitar una compleja lucha política entro los bakufu y la coalición de los críticos. La continuidad del movimiento anti-bakufu a mediados del siglo XIX finalmente terminaría por derrocar el shogunato Tokugawa. Desde el principio el shogunato intentó restringir la acumulación de bienes en las familias e intentó fomentar la política “de vuelta a tierra”, en donde los granjeros, los productores primordiales, eran la persona ideal dentro de la sociedad.
A pesar de los esfuerzos para restringir los bienes, el estándar de vida para los habitantes urbanos y rurales aumentó significativamente durante el periodo, en gran parte por el periodo de paz que se vivió en esta época.
Una serie de sequías y por lo tanto pérdida de cosechas completas dieron como resultado veinte grandes hambrunas entre 1675 y 1837. El malestar entre los campesinos aumentó y para finales del siglo XVIII protestas masivas contra impuestos elevados y escasez de comida se volvieron casi rutinarias. Familias ahora sin hogar se volvieron en granjeros arrendatarios mientras que los pobres de las zonas rurales se desplazaron a las ciudades. Como la fortuna de las antes familias acomodadas disminuyó, otros pudieron acumular más tierras por lo que surgió una nueva clase granjera acomodada.
El rápido proceso de industrialización de los países occidentales durante el siglo XVIII creo por vez primera un gran diferencia en términos de tecnología y armamento entre Japón y el resto de los países industrializados forzando al país a abandonar su política de aislamiento y contribuyendo el fin del régimen Tokugawa.
Para la década de los 1830`s existía un sentimiento generalizado de crisis. La hambruna y los desastres naturales tuvieron grandes consecuencias en la población. El malestar generalizado derivó en una revuelta de campesinos en contra de oficiales y mercaderes en Osaka en 1837 y aunque esta revuelta tan sólo duró un solo día, causaron un efecto dramático general. La oposición vio la oportunidad de terminar con los Tokugawa y utilizaron la bandera política del sonnō jōi (“Reverenciar al emperador, expulsar a los bárbaros”), el cual llamaba a la unidad bajo el mandato imperial y se oponía a la intrusión de extranjeros.
Durante los últimos años del shogunato, conocido como bakumatsu, el bakufu tomó una serie de fuertes medidas para tratar de recuperar su dominio, aunque su participación con la modernización y las relaciones con las potencias extrajeras estaban a punto de convertirlo en el blanco del sentimiento anti-occidental que predominaba en el país.
Durante esta etapa la armada y la naval se modernizaron. Una escuela naval se estableció en Nagasaki en 1855 y gran número de estudiantes fueron enviados a otros países durante varios años para su capacitación. Para finales del shogunato Tokugawa en 1867, la naval japonesa contaba ya con 8 barcos de guerra de vapor, los cuales fueron utilizados en contra de las fuerzas pro-imperiales durante la Guerra Boshin.
Tokugawa Yoshinobu se convirtió con reticencia en el jefe de la casa Tokugawa y shōgun. Trató de reorganizar el gobierno bajo la figura del emperador tratando al mismo tiempo de preservar el papel activo del shōgun. Algunos daimyō hicieron un llamado a que regresara el poder al emperador. Tokugawa Yoshinobu aceptó el plan a finales de 1867 y renunció, anunciando la “restauración imperial”.
Después de la Guerra Boshin, el sistema bakufu fue abolido y Tokugawa Yoshinobu fue reducido al rango de un simple daimyo. La resistencia continuó durante 1868 y las fuerzas navales del shogun al mando del Almirante Enomoto Takeaki siguieron la lucha por otros seis meses en Hokkaidō, donde fundaron la efímera República de Ezo.

Artes y ciencias
Durante el periodo, Japón estudió progresivamente las técnicas y avances científicos occidentales (llamados rangaku) a través de la información y libros recibidos de los comerciantes holandeses en Dejima. Exisió un gran desarrollo de las matemáticas, en una corriente totalmente independiente a la del mundo occidental. Esta fuerte corriente se llamó wasan. Por ejemplo, Kowa Seki desarrolló algunas ideas del cálculo infinitesimal más o menos en la misma época que Leibnitz y Newton.

Kowa Seki
El florecimiento del Neo-confucionismo fue el mayor desarrollo intelectual del periodo. El estudio del Confucionismo se había mantenido activo durante mucho tiempo por clérigos budistas pero durante esta época este sistema de creencias llamó fuertemente la atención sobre la concepción del hombre y la sociedad. El humanismo ético, el racionalismo y la perspectiva histórica del neo-confucionismo fueron tomados como modelo social. Para mediados del siglo XVII, el neo-confucionismo se convirtió en la filosofía legal dominante y contribuyó directamente en el desarrollo del sistema nacional de aprendizaje kokugaku.

La creciente aplicación del neo-Confucionismo así como el estudio avanzado contribuyeron a la transición del orden político y económico de las clases sociales. Se desarrollaron nuevas leyes, se instituyeron nuevos sistemas administrativos. Una nueva visión de gobierno y sociedad emergieron en búsqueda de un mandato más comprensivo. Cada persona tenía un lugar distinto en la sociedad y se esperaba que trabajara de forma que cumpliera su misión en la vida. Los ciudadanos debían ser gobernados con benevolencia por parte de aquellos asignados a mandar. El gobierno era todo poderoso pero al mismo tiempo responsable y humano. 

La búsqueda de nuevas formas de entretenimiento de la nueva cultura se conocieron como ukiyo e incluían geishas, música, historias populares, teatro Kabukibunraku, poseía, y arte, el cual queda reflejado con el estilo conocido como ukiyo-e. La literatura también gozó de grandes talentos como Chikamatsu Monzaemon o Matsuo Bashō.

Chikamatsu Monzaemon y Matsuo Bashō
Dibujos Ukiyo-e comenzaron a producirse a finales del siglo XVII pero hasta 1764 Harunobu produjo la primera impresión policromática. Diseñadores de la siguiente generación como Torii Kiyonaga y Utamaro crearon elegantes representaciones de cortesanos. El estilo de Ukiyo-e cobró una gran importancia durante el siglo XIX e incluso muchos pintores occidentales como Edgar Degas o Vincent Van Gogh se vieron influenciados por sus técnicas.
La gran ola de Kanagawa (1830 - 1833), grabado de Katsushika Hokusai
El budismo y el sintoísmo siguieron siendo una parte importante de la sociedad japonesa del periodo Edo. El budismo mezclado con neo-Confusionismo proveyeron de estándares de comportamiento social y aunque ya no contaban con la misma fuerza política que en el pasado, éste era promovido y practicado por las clases superiores. Con la prohibición del cristianismo en 1640 el budismo se vio beneficiado ya que el bakufu ordenó que todos los habitantes se tenían que registrar en alguno de los templos. De esta forma, mientras que el budismo sirvió de base social, el sintoismo sirvió de base al sistema político y ayudó a preservar la identidad nacional.

2 comentarios:

  1. He encontrado muy interesante tu artículo. Desde luego, ignoraba todo al respecto de lo que cuentas.

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  2. Me gusta mucho tu artículo, pero me gustaría saber sobre las creencias de la gente en esa época... es una incógnita que me tiene comida la mente. :D

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